La cultura de la pobreza
El trabajo no es salud
La idea corriente en los EE.UU. (creo que en Argentina también) es que los pobres son como los nobles salvajes de Rousseau, seres —casi animalitos— no contaminados por la civilización, libres de las locuras de la vida moderna que afectan sobre todo a los ricos. El stress, como le dicen. Sin embargo, las preocupaciones del ejecutivo, del CEO, del gerente, no son nada comparadas con las de un obrero común y corriente. Basándose en un estudio clásico sobre el estado de New Haven, Michael Moore comenta que las enfermedades mentales no sólo son más frecuentes en los obreros, sino mucho más graves y agudas. No sólo eso; además no son contabilizadas como enfermedades cuando afectan a los pobres, que no pueden ir al “psicólogo” como los ricos.
“La enfermedad mental del pobre se trata siempre en los tribunales.”